Con 32 años de experiencia en la Pediatría, he visto crecer y desarrollarse no sólo a pacientes, sino a familias completas, estrechando lazos profesionales y afectivos, que me han permitido orientar este proceso de ser padres.
Para mí es un honor y un orgullo, así como gran responsabilidad que acepto gustoso, el que los padres me confíen la salud de sus hijos.